A mis queridos Dimimaníacos (es decir, mi madre y algún tailandés hater de Instagram) me gustaría tranquilizaros por no haber escrito en más de un mes. Escuché "La Bicicleta" sin querer por error y empecé a segregar bilis hater y me puse malito. Eso, y ver que los niñatos en Alicante van sin camiseta con sus BMX por la calle, cual videoclip de Danny Romero, me hicieron coger un avión e irme al país más chungo de la UE, Bulgaria.
Sí, amigos, fuga de cerebros, pero afortunadamente (o desgraciadamente, para el 90% de la población española que no me soporta) volví. Tengo mucho hate y pelo en las piernas para ser aceptado en la sociedad búlgara. Me pregunto en mis horas libres cómo se imagina el occidental de a pie la sociedad en Europa del Este, si somos yugonostálgicos, comemos falafel o somos tan "open-minded" como en España.